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Cada vez que vamos al pediatra a pesar a nuestros bebés, nos alegramos si nos dicen que tiene un buen peso y nos desilusionamos si no lo tiene, y es que tener un peso adecuado es un signo de su salud y de su buen desarrollo.

Desde su nacimiento, el bebé es pesado y medido y especialmente en el primer año de su vida, su peso y sus medidas de crecimiento deben ser controlados por el pediatra. Veamos cuáles son los pesos medios que deben tener los recién nacidos y posteriormente para que nuestros hijos tengan una buena salud y crecimiento.

El peso del recién nacido

La herencia genética y el momento de la gestación que el bebé elige para nacer determinan, en principio, su peso y talla. Así, el tamaño de los padres influye en el peso y talla del bebé no sólo en el momento del nacimiento, sino también en su desarrollo posterior. En otras ocasiones, una enfermedad materna que no le haya permitido recibir suficiente alimento durante el embarazo o una diabetes gestacional también pueden determinar el peso y talla del bebé al nacer.

[caption id="attachment_568" align="alignright" width="259"]peso del bebé peso del bebé[/caption]

  • El margen de normalidad del peso del recién nacido es amplio: entre los 2,5 y los 4 kilos (por debajo y por encima de estas cifras, pueden necesitar cuidados especiales). La expresión "peso medio" se fundamenta en un cálculo general y no hay que asustarse si nuestro pequeño lo supera un poco o se queda algo corto (las niñas suelen pesar unos gramos menos que los niños).
  • Tres o cuatro días después del nacimiento, el niño pesará menos. Les ocurre a todos los bebés porque expulsan la orina y el meconio acumulados durante la gestación. La pérdida se considera normal si no sobrepasa el 10% del peso del nacimiento (300 g para un bebé de 3Kg).
  • Durante estos días es importante que comprobemos que al mamar el bebé se coge bien al pecho, agarrando con la boca muy abierta no solo el pezón sino también una buena parte de la areola, y que mama activamente como si “masticara”, aunque haga pausas y se adormezca con frecuencia.
  • Suele hacer de 8 a 12 tomas diarias, (los primeros días hay que despertarle si duerme mucho y no pide) y serán bastante largas, casi siempre más de media hora. Más adelante no necesitará pasar tanto tiempo mamando. De esta forma el bebé estará recuperando peso a partir del 3º-4º día, y lo notaremos en que pide muy a menudo, moja de 6 a 8 pañales al día y las cacas son muy frecuentes y blanditas.

El peso del bebé los primeros meses

La medición del peso y la talla son controles rutinarios que llevará a cabo tu pediatra en cada visita. Es importante no obsesionarse con estas medidas porque los picos de aumento de peso y de crecimiento no son siempre los mismos y, durante el primer año, cambian cada trimestre:

  • Los primeros tres meses: el aumento de peso oscila entre 750 - 900 gramos mensuales.
  • Entre el tercero y sexto mes: decrece y el aumento gira en torno a 500 - 600 gramos mensuales.
  • Entre el sexto y noveno mes: el aumento de peso es menor, entre 350 - 400 gramos mensuales.
  • Y, finalmente, entre el noveno mes y el año de edad, el promedio mensual se sitúa entre 250 - 300 gramos.

La regla general es que  entre 0-12 meses se produce el mayor índice de crecimiento de toda la vida. Sin embargo, en la práctica, la realidad depara muchas sorpresas: a veces a los niños les da por aumentar 350 gramos en solo siete días y los siete siguientes ganan solo 100 gramos.

  • La lactancia o la producción de leche no tiene nada que ver en estas oscilaciones. Los niños no engordan de forma constante, sino con altibajos. Por esa razón se recomienda pesarlos una vez al mes y no por semanas. Así que no hay que preocuparse.
  • Si toma biberón, hay que cuidarse mucho de no forzar al bebé para que se lo termine entero: ellos paran cuando están saciados.

Relación del peso con su salud

[caption id="attachment_589" align="alignright" width="188"]peso del bebé peso del bebé[/caption]

Cuando de verdad un niño pesa poco, o aumenta muy despacio de peso, puede ser debido a varios motivos:

1. El niño no está tomando suficiente leche materna debido a varios factores, entre ellos:

  • Posición inadecuada a la hora de amamantar;
  • Una duración o frecuencia insuficiente de las tomas;
  • Interferencias con chupetes, biberones;
  • Dar al bebé agua o infusiones;
  • La supresión de tomas nocturnas;
  • O puede ser por una combinación de diversos de estos factores.

La solución en estos casos no es dar directamente suplementos de leche artificial sino buscar cuál es el problema y solucionarlo: la posición adecuada, que vacíe bien un pecho antes de pasar al otro, aumentar el número y/o la duración de las tomas, no dar otros líquidos, no calmar el hambre con chupetes, etc.

2. El niño no está engordando lo suficiente debido a una enfermedad: un resfriado, fiebre, otitis, infección urinaria, diarrea. En estos casos después de la enfermedad, el niño volverá a engordar con normalidad.

3. El niño es muy bajo o muy delgado pero está sano, y seguiría siendo pequeño y/o delgado aunque lo atiborráramos de leche artificial o papillas.

4.  Sólo en algunos casos muy excepcionales puede que exista un problema real para aumentar de peso debido a enfermedades relacionadas con la absorción de los alimentos por parte del bebé como la celiaquía o alguna otra enfermedad crónica, que el pediatra deberá diagnosticar y tratar. En esos caso suele notarse un frenazo tanto en el peso como en la talla.

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Vía: Guía infantil y Ser padres

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